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30/01/2009
Las "bicilonjas" del Casco Viejo se convierten en modelo a nivel estatal
El Bicicleta Club de Catalunya lo incluye en el nuevo libro de movilidad ciclista del estado. Vitoria-Gasteiz es la única ciudad donde la administración pública cede locales para bicis gestionados por los propios vecinos
Lo que empezó como una chispa va camino de ser un proyecto estrella: las embrionarias bicilonjas del Casco Viejo se están convirtiendo en un modelo a seguir a nivel estatal. Por ahora, el programa Txirrindu ya ha seducido a la asociación de ciclistas urbanos con más rodaje: el Bicicleta Club de Catalunya (BACC). Este organismo ha incluido el programa Txirrindu en el nuevo Libro de la Bicicleta, un manual que elabora para el Instituto de Edificación y ahorro de la energía (IDAE) por encargo del Ministerio de Industria. La publicación se editará en febrero y, antes de primavera, llegará al buzón de las administraciones de todas las comunidades autónomas.
El primer garaje para bicis abrirá sus puertas dentro de un mes en el número 81 de la Cuchillería: cincuenta vecinos de la almendra podrán dejar sus vehículos a resguardo en un local hasta ahora deshabitado y, eso sí, sin interés comercial (condición sine qua non para abrir un aparcabicis). Lo puso en marcha la Agencia de Renovación Urbana, que a partir de ahí, se retiró del proceso: ya no hace falta. Casi. La gestión corre a cargo de los usuarios, que constituyen una comunidad durante dos años. Vamos, que el equipo encargado de revitalizar la colina se encarga sólo de prender mecha para que el cohete vuele solo. Y tanto éxito ha tenido la idea que ahora los vecinos también encienden la mecha de nuevas bicilonjas.
Tras el ensayo de laCuchi , una vecina de Nueva Dentro se puso manos a la obra para encontrar quince cómplices y solicitar un local a la agencia. Lo consiguió. Estará en marcha en Semana Santa, en el número 11 de la Judería. Se ve que Txirrindu contagia: varios vecinos de la Correría buscan ya aliados para otro parking.
Seguramente no será el último. La empresa encargada de mantener los locales del Casco Viejo, Ferroser, no da abasto con sus cometidos en la colina. Por eso, el timón de la Agencia, Gonzalo Arroita, ha decidido encargar los garajes a otra empresa que les dé forma. La misma forma: todos compartirán la misma estética, con cristales opacos y vinilos.
La incipiente fiebre de las bicilonjas es sólo el síntoma de un proyecto más ambicioso: convertir Vitoria en una ciudad preparada para los desplazamientos en bicicleta. Para conseguirlo, el Centro municipal de Estudios Ambientales (CEA) prepara con el empuje de la asociación Gasteizko Bizikleteroak un Plan director de Movilidad Ciclista. Este proyecto, una de las patas que sostiene el intrépido Plan de Movilidad Sostenible, pretende tejer una red de bidegorris de 145 kilómetros, 86 más que ahora.
La empachada agenda municipal de este año contempla siete nuevos bicicarriles: el tramo pendiente de la Avenida Gasteiz, la calle Badaia. la avenida del Zadorra, las calles Antonio Machado, Landaberde, Baiona y Conde don Vela.
Parece que Gasteiz (aunque todavía está muy, muy lejos) aspira a ser una petit Amsterdam o un Copenague txiki.
Diario de Noticias de Álava
